El buen funcionamiento del hígado es esencial en los caballos debido al papel crucial que desempeña este órgano en el mantenimiento del bienestar general.

El hígado es un órgano grande ubicado en la cavidad abdominal, adyacente al estómago. Realiza más de 500 funciones en el cuerpo del caballo, incluyendo el procesamiento de nutrientes, la síntesis de compuestos importantes y la regulación de los niveles hormonales.

Cualquier deterioro de la salud del hígado puede provocar multitud de problemas, entre ellos una mala digestión, una función inmunológica deficiente y trastornos metabólicos.

Funciones clave del hígado

El hígado realiza una amplia gama de funciones que ayudan a mantener la salud y el bienestar, incluyendo:

• Metabolismo: el hígado excreta bilis, que ayuda a descomponer las grasas, los carbohidratos y las proteínas en el tracto gastrointestinal.
• Filtración: el suministro de sangre del cuerpo se filtra constantemente a través del hígado, donde las toxinas se neutralizan y se descomponen.
• Almacenamiento: convierte los nutrientes vitales en diferentes formas y los almacena, incluyendo vitaminas, minerales, aminoácidos, glucosa y triglicéridos.
• Síntesis: desempeña un papel fundamental en la síntesis de proteínas; produce factores de coagulación necesarios para la coagulación sanguínea; sintetiza aminoácidos no esenciales.
• Apoyo inmunológico: influye en las respuestas inmunitarias y contribuye al desarrollo de las células sanguíneas.
• Regulación del azúcar en sangre: sirve como almacenamiento de glucógeno, la forma almacenada de glucosa que el cuerpo utiliza como energía.
• Homeostasis: ajusta los niveles de carbohidratos, proteínas y lípidos que entran al torrente sanguíneo desde el tracto gastrointestinal para asegurar niveles constantes de nutrientes en la sangre.

El hígado desempeña un papel crucial en el procesamiento del amoníaco procedente de la degradación de las proteínas, pero un exceso de proteínas puede sobrecargarlo. Si su caballo tiene problemas hepáticos, asegurarse de que su ingesta de proteínas en la dieta satisfaga sus necesidades sin excederlas significativamente puede prevenir la sobrecarga del hígado.

Si es necesario, considere reemplazar los forrajes ricos en proteínas como la alfalfa por pasturas o heno con gramíneas para reducir la carga de proteínas en el hígado.

Aumentar la frecuencia de las comidas a lo largo del día también puede ayudar a distribuir la ingesta de alimento y prevenir grandes picos de nutrientes que llegan al hígado después de cada comida. Esto puede reducir la carga sobre la función hepática después de una comida.

Evite los suplementos que contienen hierro añadido, ya que la intoxicación por hierro puede provocar daños hepáticos con el tiempo.